International Ministries

Escuchando el Clamor de los Pobres

May 25, 2011 Journal
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“Porque El (Dios) no desprecia ni tiene en poco el sufrimiento del pobre; no esconde de él su rostro, sino que lo escucha cuando a El clama” Salmo 22:24

Bondye beni nou, la pe Bondye avek nou, la Bib pa pale menti, Pawol Bondye se verite.

Dios les bendiga, la paz de Dios con ustedes, la Biblia no habla mentiras, la Palabra de Dios es la verdad.  Esas fueron las primeras palabras que aprendí en Creole y se las comparto.  Dios es bueno y nunca se equivoca en sus planes.  Estoy teniendo un tiempo muy especial mientras aprendo el idioma Creole. Actualmente estoy viviendo en La Romana, Republica Dominicana, con parte de la familia de nuestros Misioneros Vital y Ketly Pierre. Mama Raymond, Guyvianie y Jose Marie son mis maestras de Creole y diariamente me veo forzada a leer, escribir y hablar el idioma pues de las tres solo Jose Marie habla bien el español.  Quizás sea importante mencionarles que de 7am-1:00pm Jose Marie va a la escuela o sea es hablar Creole o no hablar y el estar callada es imposible para alguien como yo.  

Llegue a La Romana en abril y desde entonces he tenido la oportunidad de visitar Haití en tres ocasiones. He participado de las Clínicas realizadas por el personal del Hospital Buen Samaritano en La Romana y voluntarios en el campo de la medicina que vienen de USA y PR para servir a nuestros hermanos/as haitianos. Hemos compartidos muchas experiencias, problemas para cruzar la frontera; que no permitieran pasar los alimentos y medicinas que llevamos desde La Romana hasta tres semanas después del último viaje; el calor intenso de Haití, lo pesado del trafico y también hemos escuchado las historias que transformaron nuestra manera de ver y vivir la vida hoy.   En cada experiencia compartida se hizo necesario ejercitar nuestra fe, tolerancia, humildad y sobre todo el amor. Dios es bueno y utiliza maneras muy sutiles para moldear nuestro carácter y hacer de la Misión una experiencia de aprendizaje incomparable. 

En esta foto se refleja la historia de una joven mujer que estaba embarazada de su segundo hijo cuando ocurrió el terremoto del 12 de enero de 2010. Su esposo murió en el terremoto y hoy ella se enfrenta a la realidad de tener que criar a sus hijos sola. Es una realidad que la mantiene a la expectativa de lo que Dios hará por ella y sus hijos cada día. Sin empleo, sin vivienda segura, sin su ayuda idónea, solo con Dios, esa es la realidad de muchas mujeres y hombres, hoy en Haití.  Es ahí cuando Dios en su misericordia mueve hombres y mujeres voluntarios/as a ayudar a mitigar, en algo, el dolor del alma, la enfermedad, el hambre, la desnudez y la necesidad de sentirse amados/as que tienen nuestros hermanos/as. La necesidad es extrema pero cada día Dios escucha el clamor de los pobres y les provee lo que les falta.  Este es el testimonio de esta joven madre, hasta ese momento su Dios no les había fallado.  Ver la fuerza, la fe y la valentía con la que esta joven enfrenta su vida me dio una lección de lo que verdaderamente significa depender de Dios.  

Como ustedes saben yo estaré en Haití a tiempo completo y si hay algo que necesito reforzar cada día es mi dependencia en Dios para realizar el trabajo que El tiene para mí. Todos los días me levanto con la convicción de que es Dios quien escucha el clamor de los pobres, es Dios quien nos envía a ser sus manos, sus pies, sus ojos, sus oídos y su voz. Es Dios quien conoce la necesidad de su pueblo y El es quien la suple, a través de mí y a través de ti. Es mi oración que Dios te mueva a obedecer su voz y te sientas motivado a venir, a renovarte y a dejarte transformar por el amor que Dios tiene por ti y por el pueblo Haitiano.

 A todos los que han orado, ofrendado, visitado y han venido a servir, muchas gracias.  Bondye renmen nou anpil, Bondye konne; Dios les ama mucho y Dios conoce…

Les ama su hermana en Cristo,

 

Deliris