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The Food Fair
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Our little booth of sweets
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Oruro
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The Marvelous City - La Paz
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Potosi, The Paris of South America
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The City of Tarija
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Santa Cruz, Churrasco (of course), but notice the armadillo coocking on top!
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The grilled fish of Chuquisaca
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The Crucified Pig...Cerdo a la cruz
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Great friends!
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Traditional dress of Chuquisaca
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The great feast!
Then the angel said to me, “Write this: Blessed are those who are invited to the wedding supper of the Lamb!” And he added, “These are the true words of God.” –Revelation 19:9
Lately, I have been thinking a lot about heaven. What will it be like when I see the dwelling place of God for the first time? How will I react? Who will I see that will surprise me, and who will not be there that I was sure I would see again? Questions swirl around in my mind and honestly, I don’t get many answers. I look in the Bible and I see wonderful imagery about what it will be like when we who are believers gather there to worship Him side by side with the angels and the saints of all eternity. Some picture it as a great worship service “in the round” where all things are as they should be. The music is never off key and everyone knows the words. I recently read one writer who said that heaven would be just like it is here without the sin or need for compensation. They go on to describe a mirrored world to this one, except there is no poverty, no racism, no debt, and no pain. When you work in your garden, you would be doing it for God’s glory, and so on and so forth.
Whatever the reality of heaven will be, I think I caught a glimpse of one aspect that I hope will be there this last weekend. Every year, our church in Bolivia, Iglesia Bautista del Buen Pastor, along with the rest of their denomination (Unión Bautista Boliviana) respectively join for 6 weeks or so to raise money for missions. On this weekend in September, our church does so in glorious fashion with our Feria de Comidas, better known to us English-speakers as the Annual Food Fair. The church and all its groups come together and are present with each other in the outdoor gym. What makes this event so special is its diversity? We have people from every department (state) in Bolivia and many different countries. Each group is encouraged to prepare the signature dish of their state or country and sell the food together to raise money. One group brings rice and beans, another churrasco (steak on the grill, much cheaper in Bolivia), yet another had been roasting a pig on a spit a la cruz since before 5:00am, and the list goes on. Food booths lined the perimeter of the gym and tables filled the center. People were “decked out” in their traditional dress and music and laughter could be heard all around. For us from the US/Australia table, we did sweets and cakes. We all showed up having not eaten since lunch the day before so we could sample everything and enjoy the culture that came with it. For a foodie, it was what I hope heaven will be.
Honestly, this might not be too far off for this “armchair” theologian. As I looked around, I noticed something amazing. Unity. It didn’t matter if you were from La Paz or Tarija, Brazil or Korea (the Korean sushi was awesome, by the way!). Everyone had a place to share a bit of themselves with the everyone else with no judgement or fear. People came and went, hundreds streamed in from 10am to almost 4pm from our church and other churches in the city. Some of our missionary friends and other expat friends came and were both overwhelmed and/or shocked with not only the amount of food, but the love that was shown to all. All were welcomed as if they were founding members of the church. You could look around and see people sharing a meal or a prayer with each other. There wasn’t racial tension or cultural issues and it didn’t matter if you spoke Spanish, Portuguese, Korean, English, or even sign-language. At times the worship music was so loud it didn’t matter what language you spoke. What was communicated was that all were welcome at the table, no matter what. For our church, on this day everyone is present with everyone else. Challenges and problems are put aside and the Kingdom of God shines through and His presence is tangible with us. I am convinced that this is what heaven will be like.
Will it be a celestial gathering around a superimposed throne and we all stand or kneel and worship God or will there be white plastic tables and chairs with loud music and every different type of food you can imagine? I don’t really know, but I know that it will be a wedding feast like no other where all have a place, and God is at center stage.
We will all be united.
We will all be together.
We will all be blessed because we are at the grand wedding feast of the Lamb.
PS – I am secretly pulling for the plastic tables and chairs version. (:-P)
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Entonces el ángel me dijo: "Escriba esto: Bienaventurados los invitados a la cena de bodas del Cordero". Y agregó: "Estas son las verdaderas palabras de Dios." - Apocalipsis 19: 9
Últimamente he estado pensando mucho en el cielo. ¿Cómo será cuando vea la morada de Dios por primera vez? ¿Cómo reaccionaré? ¿A quién voy a ver que me sorprenderá, y quién no estará allí que estaba seguro de volver a ver? Las preguntas giran alrededor en mi mente y honesto, no consigo muchas respuestas. Miro en la Biblia y veo imágenes maravillosas sobre cómo será cuando nosotros, los creyentes, nos reunamos allí para adorarle junto a los ángeles y los santos de toda la eternidad. Algunos lo representan como un gran servicio de adoración "en la ronda" donde todas las cosas son como deberían ser. La música nunca está fuera de la llave y todo el mundo sabe las palabras. Hace poco leí a un escritor que dijo que el cielo sería como si estuviera aquí sin el pecado o la necesidad de compensación. Siguen para describir un mundo reflejado a éste, excepto que no hay pobreza, ni racismo, ni deuda, ni dolor. Cuando trabajas en tu jardín, lo estarías haciendo para la gloria de Dios, y así sucesivamente.
Sea cual sea la realidad del cielo, creo que he visto un aspecto que espero que esté allí el fin de semana pasado. Cada año, nuestra iglesia en Bolivia, la Iglesia Bautista del Buen Pastor, junto con el resto de su denominación (Unión Bautista Boliviana) se unen respectivamente durante 6 semanas o así para recaudar fondos para misiones. En este fin de semana de septiembre, nuestra iglesia lo hace de manera gloriosa con nuestra Feria de Comidas, más conocida por nosotros como la Feria Anual de Alimentos. La iglesia y todos sus grupos se reúnen y están presentes entre sí en el gimnasio al aire libre. ¿Qué hace este evento tan especial es su diversidad? Tenemos gente de cada departamento (estado) en Bolivia y muchos países diferentes. Cada grupo se anima a preparar el plato de su estado o país y vender la comida juntos para recaudar dinero. Un grupo trae arroz y frijoles, otro churrasco (carne a la parrilla, mucho más barato en Bolivia), otro había estado asando un cerdo en un asador a la cruz desde antes de las 5:00 am, y la lista continúa. Las cabinas de comida bordeaban el perímetro del gimnasio y las mesas llenaban el centro. La gente estaba "adornada" con su traje y música tradicionales y se podía oír toda la risa. Para nosotros de la mesa de US / Australia, hicimos dulces y pasteles. Todos nos mostró que no comimos desde el almuerzo el día antes, así que pudimos probar todo y disfrutar de la cultura que vino con él. Para un foodie, era lo que espero que el cielo será.
Honestamente, esto podría no ser demasiado lejos para este "sillón" teólogo. Mientras miraba a mi alrededor, noté algo asombroso. Unidad. No importaba si eran de La Paz o Tarija, Brasil o Corea (el sushi coreano era increíble, por cierto!). Todo el mundo tenía un lugar para compartir un poco de sí mismos con los demás sin ningún juicio o miedo. La gente iba y venía, cientos de personas llegaban de las 10 a las 4 de la iglesia y otras iglesias de la ciudad. Algunos de nuestros amigos misioneros y otros amigos expatriados vinieron y estuvieron abrumados y / o sorprendidos con no sólo la cantidad de comida, sino el amor que se mostró a todos. Todos fueron recibidos como si fueran miembros fundadores de la iglesia. Usted puede mirar alrededor y ver a la gente compartiendo una comida o una oración entre sí. No hubo tensiones raciales ni problemas culturales y no importaba si hablabas español, portugués, coreano, inglés o incluso lenguaje de signos. A veces la música de la adoración era tan ruidosa no importaba qué lengua usted habló. Lo que se comunicaba era que todos eran bienvenidos en la mesa, sin importar qué. Para nuestra iglesia, en este día todos están presentes con todos los demás. Desafíos y problemas son puestos a un lado y el Reino de Dios brilla a través de Su presencia y es tangible con nosotros. Estoy convencido de que así será el cielo.
¿Será una reunión celestial alrededor de un trono superpuesto y todos estaremos de pie o de rodillas y adoraremos a Dios o habrá mesas de plástico blanco y sillas con música fuerte y cada tipo diferente de comida que pueda imaginar? Realmente no sé, pero sé que será una fiesta de bodas como ninguna otra donde todos tengan un lugar, y Dios está en el centro del escenario.
Todos estaremos unidos.
Todos estaremos juntos.
Todos seremos bendecidos porque estamos en la gran fiesta de bodas del Cordero.
PS - Estoy tirando secretamente de la versión de mesas y sillas de plástico. (:-P)