Zeyri es una jovencita que día tras día sus pies la conducen al Programa de tutorías escolares que desarrollamos en mi casa. Su cuerpo es frágil y delgado, calza chancletas de hule las cuales deja a la entrada de mi casa por costumbre de este lugar. Nunca entran con zapatos o chancletas en sus pies a las casas. Día  a día sus pies seguros me siguen asombrando.

Actualmente asiste al octavo grado y muestra mucho interés en sus estudios. Pero no era así en el año 2008 cuando comenzamos el programa de tutorías. En ese entonces sus calificaciones escolares eran muy bajas, por eso le invitamos a participar del programa de tutorías. ¡Dios ha sido maravilloso! Hoy en día ella no sólo ha mejorado sus notas escolares sino que también ayuda en mi casa a otros jovencitos y jovencitas cuando lo necesitan.

La salud de ella no es la mejor pero su ánimo supera todos los obstáculos que se le presentan. Como misionera de Miniterios Internacionales alabo a Dios por permitirme  caminar con los zapatos ajenos y ponerme en el lugar donde están estos niños y niñas.

Sus contribuciones a la Ofrenda Misionera Mundial y a la Cruz Blanca pueden hacer posible que mucho otros jóvenes puedan salir adelante en sus estudios.